Palabra de Francisco

Una selección de las mejores frases del Papa Francisco Profundamente comprometido con los más desfavorecidos y preocupado por la desigualdad que genera el sistema político y económico que impera en el mundo actual, el papa Francisco ha elevado su voz en los foros más importantes y ante los principales dirigentes políticos, económicos y sociales en defensa de los derechos humanos y de los valores cristianos. Su denuncia del amor al dinero, de la explotación del hombre por el hombre, de la destrucción del medio natural o del uso del nombre 'Dios' para justificar guerras e injusticias está marcando un cambio esencial en el mensaje de la Iglesia católica, que se enfrenta a resistencias internas y externas. Este libro recoge una selección de sus mejores frases, que resumen y compendian el pensamiento y la autoridad moral de Jorge Mario Bergoglio, extraídas de las encíclicas, los discursos, las homilías y los mensajes de mayor calado en sus tres años de pontificado. Unos textos que ofrecen las claves para una vuelta a la esencia del Evangelio y a una regeneración ética y moral del mundo moderno.

Jorge Mario Bergoglio nació en Buenos Aires (Argentina) el 17 de diciembre de 1936, hijo de emigrantes piamonteses, siendo el mayor de los cinco hijos del matrimonio. Diplomado como técnico químico, estuvo trabajando en un laboratorio antes de ingresar en el seminario diocesano de Villa Devoto en 1957. Un año después inició el noviciado en la Compañía de Jesús, que culminaría en Chile, junto con sus estudios de humanidades. En 1963 se licenció en filosofía y en 1970 obtuvo la licenciatura en teología. Entre 1964 y 1965 fue profesor de literatura y psicología en varios colegios de Argentina y en 1969 recibió la ordenación sacerdotal. Durante el periodo 1973-1979 fue provincial de los jesuitas en Argentina. En 1992 Juan Pablo II lo nombró obispo titular de Auca y auxiliar de Buenos Aires. Estrecho colaborador del cardenal Antonio Quarracino, arzobispo de Buenos Aires, en 1997 ocupó el puesto de arzobispo coadjutor y en 1998 fue elevado a la dignidad arzobispal tras la muerte del titular de la sede, que lleva aparejada el primado de Argentina. Tres años después, Juan Pablo II le hizo cardenal y tras la renuncia de Benedicto XVI, el 13 de marzo de 2013 el cónclave lo eligió como papa, adoptando el nombre de Francisco.